fotos Marcela Becerra y Ruth Obando Castillo

"UNA MIRADA DEL CAMPO DENTRO DEL CAMPO"

Una tarde, veraniega don Anibal Obando O. un habitante de la vereda Canceles, campesino de profesiòn y conversador por convicciòn; nos cuenta como era el proceso de la huerta en la finca de sus padres, como dice el " Por allà en el año 58, cuando para ir de una finca a otra se medìa el recorrido por tabaco y medio, no era necesario el reloj, ni de quìmicos, ni tenìamos televisor. Solo las manos para trabajar, y el deseo de ayudar". En esa època tenìa 9 años, y los hijos mayores salìan a las 5 de la mañana para el "corte", los mas pequeños nos quedabamos ayudando en las labores de la casa, alimentando los cerdos, gallinas, vacas y desyerbando la huerta, sembrando en huertas de 4 por 6 metros, aproximadamente, se tenìan, hortalizas, verduras y plantas medicinales tales como:

Tomate riñon, cebolla larga, repollo, coles para los frìjoles,frìjoles carchos, tomate pequeño, cilantro perejil, el achote que era el azafràn de esa època, el cimarròn, la lechuga, las matas de ajì pajarito, el ajì dulce, y la arracha. En medio de esta conversaciòn menciona que con la "chumbinba" se lavaba los platos y las ollas era una mata de colorante natural azul, y quedaban bien limpios.

Tambièn nos cuenta que sacaban las mejores semillas de las cosechas

y asì lograban siempre mejores frutos, era un proceso que se disfrutaba no habìa tantos afanes, y aunque eramos familias numerosas de 12 hijos y hasta mas, nunca aguantamos hambre, por el contrario si nos enfermabamos "la mama" cogìa de la huerta eneldo de purgante para limpiar las lombrices. la borraja para los riñones, el cidròn para los nervios.

Ademàs de contarnos que el valor de la tierra, no era por los mts cuadrados de la casa que se podìa hacer; sino por lo que ella brindaba, alimento para los hijos, nietos y animales.